Primera Parte: Lucernario
El Fuego Nuevo se hace fuera del templo y en él se enciende el Gran Cirio Pascual, símbolo del Señor cuya luz ilumina la noche del hombre. Con esta llama los fieles van encendiendo sus propias velas. El ámbito se convierte en un mar de luces. Cada uno tiene en la mano el signo de lo que en su interior se produce: luz pura, no por sí mismo, sino por Jesús. Esta primera parte finaliza con el canto del Anuncio Pascual o Pregón.Segunda Parte: Liturgia de la Palabra
En esta Vigilia, madre de todas las Vigilias, la Iglesia propone nueve lecturas: siete del Antiguo Testamento y dos del Nuevo Testamento (Epístola y Evangelio). Puede reducirse el número de lecturas del Antiguo Testamento. Nunca se debe omitir la lectura tomada del Capítulo 14 del Éxodo.Tercera Parte: Liturgia Bautismal
El agua tiene poder de destruir y poder de salvar. En el Bautismo el agua destruye el pecado y salva el alma regenerada por la acción del Espíritu Santo. El celebrante bendice el agua que se utilizará para la administración de este Sacramento. Reza la oración de bendición y luego sumerge por tres veces el Cirio Pascual en el agua, significando a Cristo que descansó tres días en el sepulcro.Foto: Bendición del agua - Video: Renovación de las Promesas Bautismales
Cuarta Parte: Liturgia Eucarística
El sacerdote se acerca al Altar y comienza la Liturgia Eucarística de la forma acostumbrada.
Solemne saludo a Nuestra Madre
El Viernes Santo, en la celebración de la muerte del Señor, hemos recordado el dolor de la Madre. El Domingo de Pascua festejamos con ella la Resurrección gloriosa de Jesús. Por eso la saludamos con particular solemnidad después de la Vigilia Pascual.
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