"La Oración que el mismo Jesús nos enseñó...". Muchas veces, al "recitar" el Padrenuestro, las palabras brotan de nuestros labios automáticamente, sin detenernos demasiado en el compromiso que asumimos cada vez que nos dirigimos a Nuestro Padre. Aceptar "que se haga tu voluntad" y rogar que nos perdone "como también nosotros perdonamos" no son cuestiones que podamos asumir tan facilmente sin detenernos un momento a cuestionar nuestras actitudes: ¿aceptamos...? ¿perdonamos...?El mismo Padre Celestial nos ayuda a comprender un poco más a lo que nos comprometemos cada día, o noche, cuando con la mejor intención nos dirigimos a Él diciendo "Padre Nuestro..."
Presione AQUÍ y encontrará la verdadera fuerza de esta Oración cuando la hacemos consciente.
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