En la ciudad de Bari, Italia, en oportunidad de la clausura del XXIV Congreso Eucarístico Italiano, mayo de 2005, su Santidad Benedicto XVI manifestaba: "Este Congreso Eucarístico, que hoy llega a su conclusión, ha querido volver a presentar el domingo como «Pascua semanal», expresión de la identidad de la comunidad cristiana y centro de su vida y de su misión. El tema escogido, «Sin el domingo no podemos vivir», nos remonta al año 304, cuando el emperador Diocleciano prohibió a los cristianos, so pena de muerte, poseer las Escrituras, reunirse el domingo para celebrar la Eucaristía y construir lugares para sus asambleas. En Abitene, pequeña localidad en lo que hoy es Túnez, en un domingo se sorprendió a 49 cristianos que, reunidos en la casa de Octavio Félix, celebraban la Eucaristía, desafiando las prohibiciones imperiales. Arrestados, fueron llevados a Cartago para ser interrogados por el procónsul Anulino.En particular, fue significativa la respuesta que ofreció Emérito al procónsul, tras preguntarle por qué habían violado la orden del emperador. Le dijo: «Sine dominico non possumus», sin reunirnos en asamblea el domingo para celebrar la Eucaristía no podemos vivir. Nos faltarían las fuerzas para afrontar las dificultades cotidianas y no sucumbir. Después de atroces torturas, los 49 mártires de Abitene fueron asesinados. Confirmaron así, con el derramamiento de sangre, su fe. Murieron, pero vencieron: nosotros les recordamos ahora en la gloria de Cristo resucitado."
Para reflexionar, y rogar todos a Jesús, Señor y Dios nuestro, por intercesión de María, Medianera de todas las Gracias, que su Santo Espíritu ilumine a los Pastores de nuestra amada Iglesia Católica en estos difíciles momentos.
Texto completo de la homilía de Benedicto XVI en www.pionet.org/Iglesia_Catolica/Homilia_congreso_eucaristico_naciona_italiano.htm
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