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¡Oh María, sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a vos!

domingo, 6 de septiembre de 2009

Homilía del Domingo 06 de Septiembre

El capítulo 7 del Evangelio de San Marcos narra el paso de Jesús por el territorio de Decápolis, un pueblo de paganos, totalmente incrédulos de la existencia de Dios, más aún de la presencia del Mesías.
Allí Jesús realiza el milagro de hacer oír y hablar a un sordomudo diciendo "Efatá", que significa "Ábrete". Ese signo sigue hoy vigente, y el sacerdote lo hace en el Sacramento del Bautismo, "para que el Señor le conceda, en su tiempo, escuchar y alabar a Dios".
El Padre Ricardo, en base a este signo, manifestó que "es también ésto lo que viene a hacer Jesús hoy con nosotros".
"No por nada Dios nos dio dos oídos y una sola lengua. Oír es una capacidad que se nos hace muy difícil aprovechar. Nos cuesta oír. Ya sea por el ruido exterior, o porque a veces tratamos de taparnos con ruidos, con la televisión, el MP3, con tantas cosas, para no escuchar la voz interior, la voz de nuestra conciencia que en el silencio nos habla de lo que somos, de para qué hemos sido creados, de para qué Dios nos ha llamado. Necesitamos silencio para escuchar la voz que nos pone de cara a Dios, no sólo en su Palabra, desde donde lo hace de un modo especial, sino también desde nuestra vida diaria, de nuestro hacer cotidiano, esa voz que en nuestro interior nos llama a hacer algo bueno por nuestros hermanos. Cuántas veces, en el silencio, se "nos ocurren" cosas para ayudar a alguien. Cristianamente decimos que son las mociones del Espíritu Santo. Pero a veces... nos hacemos los sordos... no queremos escuchar... y nos tapamos con mucho ruido."
Más adelante, el P. Ricardo aseguró que tanto ruido interior o exterior "nos hace ir perdiendo la capacidad de escucha, y llega el momento que no nos escuchamos a nosotros mismos, y menos escuchamos a los otros. Tenemos muchas formas de expresar nuestros sentimientos y emociones, no sólo con palabras, y al perder de capacidad de escuchar, perdemos la capacidad de ver, de interpretar las necesidades de los demás, y eso deriva en la falta de compromiso"
Para finalizar resaltó este llamado de Jesús: "Efatá. Ábrete nos dice Jesús. Sí, a nosotros también nos quiere sanar, nos quiere abrir la capacidad de escuchar para poder también proclamarlo; transmitir ésto que nosotros hemos recibido. Pidamos esta Gracia a Jesús: que nos abra los oídos y así también la capacidad de interpretar, de saber escuchar en nuestro interior lo que nos pide Dios en nuestro corazón y también lo que nos pide en cada situación concreta para que podamos dar respuesta, podamos transmitir y proclamarlo, y decir como decían los paganos: Todo lo hace bien, hace oír a los sordos y hablar a los mudos. Que así sea."

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