Después de una persistente lluvia en horas del mediodía, cuando todo hacía suponer la suspensión de la Procesión por las calles del barrio, María hizo brillar el sol y salió al encuentro de sus hijos, quienes la acompañaron, alabaron, agradecieron y elevaron sus necesidades personales, familiares y por el pueblo todo.
Esta fiesta coincide con el Primer Domingo de Adviento, tiempo de esperanza en la venida del Redentor, con el que se da inicio al nuevo año litúrgico (Ciclo C), y providencialmente, el barrio La Milagrosa y toda la comunidad de La Paz, renueva su espíritu de espera en María, confiados en que una madre "nunca abandona a sus hijos, y menos María", como dijo el P. Javier en su alocución.
Una familia del barrio ofrendó una imagen de la Virgen para que sea colocada en un pedestal en el centro de Catequesis "Sagrada Familia", en la zona sur del Barrio La Milagrosa. Al finalizar la Santa Misa el sacerdote bendijo solemnemente la imagen.
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