El P. Javier en su homilía de la segunda Misa del dueto en honor a la Virgen de la Medalla Milagrosa pronunció una fuerte denuncia a las mentiras amparadas bajo presuntas razones económicas "para eliminar un abuelito, o un bebe por nacer porque la familia es numerosa y no lo puede mantener, eso es mentira -dijo remarcándolo en varias oportunidades-, porque con ese criterio pronto serán eliminados también los jóvenes porque el estudio es un gasto, o la ropa que usa es un gasto".
Existen bolzones de personas descartables, que "están", "sólo están". Ellos también tienen derecho a una justa distribución. "¡Justa distribución!, no que muchos pongan y otros vivan de arriba".
Más adelante, refiriéndose al argumento esgrimido por muchos para intentar justificar y lavar la conciencia de un aborto realizado, expresó: "La mujer tiene derecho a elegir sobre su cuerpo, si, a elegir sobre su cuerpo, no sobre el cuerpo de su hijo, que es un ser distinto. No tiene ningún derecho sobre él. Es una vida totalmente distinta. No es ningún parásito como quieren presentarlo algunos médicos, y como "parásito que se alimenta de la madre" se lo pueden sacar, como si el bebe fuera una enfermedad. El bebe es una persona humana, que tiene vida desde el mismo momento de la concepción, que tiene alma, y ese alma es donada por Dios".
También se refirió a lo que se da en llamar "educación sexual", donde sólo se recurre a la simplista práctica abortista o de anticoncepción: "Eso no es educación sexual, eso es educación para tener sexo seguro. El hombre realiza el amor donde se entrega plenamente a la otra persona y en esa entrega plena y abierta da vida, que en algunos casos se manifiesta en el hijo porque es Don de Dios. Tener algún otro tipo de relacíon no es amor, sencillamente es aparearse... y eso hacen los animales".
Finalizó animando a la comunidad a actuar como Daniel (Primera Lectura del día), con fe para acallar a los leones que quieren destruir la vida y cambiar la mente de nuestros gobernates para que haya leyes justas que no degraden la vida, que no permitan que juguemos a ser dioses que decidan quien vive y quien muere.
Al finalizar la Santa Misa el sacerdote bendijo a las embarazadas.
Luego se realizó una procesión hasta el Hospital de Zona "9 de Julio", rezando el Rosario, cantando, pidiendo a María por la vida. Por la Vida de los más indefensos: los niños por nacer, los niños desnutridos en un país rico, los indigentes, los ancianos. Al llegar se rezó la Novena Patronal en la capilla del nosocomio.
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