El P. Javier comenzó su homilía, correspondiente al 4º Domingo durante el año, con las preguntas: “¿Qué es un Profeta? y ¿Existen hoy Profetas?”“El profeta es el hombre, o la mujer, llamado por Dios desde el momento de la concepción, y en un momento determinado de la historia del hombre, le da la misión.”
Rescatando lo principales pasajes de las lecturas que hoy se meditan, destacó las Palabras que el mismo Dios le dice a Jeremías cuando él, al igual que cualquiera de nosotros, manifestó su debilidad: “Hoy hago de ti una plaza fuerte, una columna de hierro”. La condición del profeta no nace del hombre, es de Dios, asegurando que por más débil que sea la persona, en esa misión triunfa el poder de Dios.
“Todos somos profetas por el bautismo y somos enviados a cumplir una misión: unos como sacerdotes, otros como religiosos y otros como consagrados y laicos. No debemos tener miedos. Dios está con nosotros. Debemos confiar en el que nos llama”. A continuación hizo un justo homenaje a Dorita de Mac Intyre, en el primer aniversario de se fallecimiento, quien fuera Ministro de la Comunión. “Verdadera profeta que cumplió su misión, y con el carisma del Don de la consolación para los solitarios. Ella fue luz en medio de la oscuridad. El Profeta es eso: una luz, que aunque parece muy diminuta, muy frágil, vence las tinieblas. Ese es el poder de Dios que triunfa en la debilidad de las personas, sólo nos pide confianza”.
Finalizó pidiendo a Dios que nos permita descubrir el Don que cada uno hemos recibidos y nos de la fortaleza para ponerlo al servicio del anuncio del Evangelio.
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