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¡Oh María, sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a vos!

domingo, 5 de diciembre de 2010

Homilía 2º Domingo de Adviento

“Todos los días tenemos que lidiar con nuestras debilidades”, decía el P. Sergio hoy en su homilía, “…y justamente el Señor en este tiempo nos llama a la conversión, y quizás se nos haga difícil, por eso es necesario confiar en la misericordia y en la Gracia de Dios para superar el pecado. Pero no basta sólo eso, no tenemos que quedarnos con que no peco, voy a Misa, rezo mucho; es necesario algo más: profundizar en lo bueno que está a nuestro alcance. Eso es justamente lo que Juan el Bautista le recriminaba a los fariseos y saduceos, y también nos lo dice a nosotros hoy: «¿Quién les enseñó a escapar de la ira de Dios?» queriendo decir que no tenemos que contentarnos con sólo pedir perdón, sino con todo lo bueno que podemos realizar y ocupar nuestro corazón.”
Más adelante señaló la necesidad de “decidirnos realmente a ir al encuentro del Señor dejando atrás todos los pecados, todos los vicios y debilidades, y amar al Señor con todo el corazón. Por eso la preparación de la Navidad tiene que ser muy concreta en buscar obras de caridad, de misericordia que comúnmente no hacemos. No podemos seguir conformándonos con la tibieza, con lo que siempre hacemos por miedo a lo que otros dirán. La Segunda Lectura nos invita a tener los mismos sentimientos de Jesús. Jesús nunca estuvo en un más o menos, se jugó en todas las circunstancias.”
Recomendó no tener vergüenza de vivir esas virtudes de honestidad, sinceridad por miedo a lo que puedan pensar los demás. “Si tenemos oportunidad de dar testimonio no la perdamos, eso es preparar la Navidad”.

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