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¡Oh María, sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a vos!

martes, 18 de noviembre de 2014

NOVENA PERPETUA VIRGEN DE LA MEDALLA MILAGROSA



Canto inicial
Llevemos Cristianos (melodía de “los cielos, la tierra)
1.Llevemos cristianos
la Santa Medalla
que cura los cuerpos
y salva las almas.
¡Ave, ave, ave, María! (Bis).
2. Del Cielo la Virgen
nos da esta Medalla
a quien Milagrosa
los pueblos aclaman.
3.Favores sin cuento
la Virgen derrama
sobre las que llevan su santa Medalla.
  4.Sus brillantes rayos
publican las gracias
que otorga la Virgen a los que la llaman.

Oración de San Bernardo
Acordaos, ¡oh piadosísima Virgen María!, que jamás se ha oído decir, que ninguno de cuantos han acudido a vuestra protección, e implorando vuestra asistencia, haya sido abandonado de vos.
Animado por esta confianza a vos, también acudo, ¡oh, Virgen Madre de las Vírgenes! Y aunque gimiendo bajo el peso de mis pecados, atrévome a aparecer ante vuestra presencia soberana.
No despreciéis mis súplicas ¡oh, Madre del Verbo! Antes bien, dignaos atenderlas y favorablemente escucharlas. Amén.

Acto de fe en la Inmaculada Concepción de María
¡Santísima Virgen! Yo creo y confieso vuestra Santa e Inmaculada Concepción, pura y sin mancha. ¡Oh, Purísima Virgen!
Por vuestra pureza virginal, vuestra Inmaculada Concepción y vuestra gloriosa prerrogativa de Madre de Dios, alcanzadme de vuestro amado Hijo la humildad, la caridad, una gran pureza de corazón, de cuerpo y espíritu, la santa perseverancia en el bien, el don de oración, una santa vida y una dichosa muerte. Amén.

Consagración a la Santísima Virgen
 Postrado ante vuestro acatamiento, ¡Virgen de la Medalla Milagrosa! y, después de saludaros en el augusto Misterio de vuestra concepción sin mancha, os elijo, desde ahora, para siempre, por mi Madre, Abogada, Reina y Señora de todas mis acciones y protectora ante la majestad de Dios.
Yo os prometo, Virgen purísima, no olvidaros jamás, ni vuestro culto, ni los intereses de vuestra gloria, a la vez que os prometo también, promover en los que me rodean, vuestro amor.
Recibidme, Madre tierna, desde este momento, y sed para mí el refugio en esta vida y el sostén a la hora de la muerte.

Himno a la Milagrosa
Coro
Míranos, ¡oh, Milagrosa!
Míranos, Madre de amor.
Míranos, que tu mirada
nos dará la salvación.
Son tus ojos los luceros
que en la noche del dolor,
dan alimento y esperanza
al humano corazón.
De tus manos extendidas
brotan rayos de fulgor:
son las gracias escogidas
que a tus hijos da el Señor.
¡Milagrosa! La plegaria
que a ti sube en un cantar,
a nosotros, vuelva transformada
en celeste bendición.
Te coronan las estrellas
con un nimbo de esplendor:
eres Reina de belleza,
de bondad y de perdón

¡Oh María, sin pecado concebida,
rogad por nosotros que recurrimos a vos!


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