
Piadoso, decidió retirarse solo a los bosques para no contagiar la enfermedad y morir en soledad en 1327. Allí, cuenta la leyenda, apareció un perro que, día a día, llevaba al santo pan para poder comer. En reconocimiento al perro de San Roque, las imágenes del santo siempre están acompañadas por la del animal que fue el único que lo acompañó.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario