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¡Oh María, sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a vos!

domingo, 20 de febrero de 2011

Homilía del Domingo 20 de Febrero de 2011

El P. Ricardo, en su homilía, rescató el verdadero sentido de “alcanzar la santidad” que nos anuncian las Lecturas de hoy (Lev 19, 1-18; 1Cor 3, 16-23; Mt 5, 38-48).
“No por estar más cerca de lo Sagrado, ir a Misa o rezar mucho nos garantiza la santidad –dijo–, a veces nos quedamos sin comprender la realidad de Jesucristo”.
“Para lo judíos entrar al templo y estar en contacto con lo sagrado significaba la purificación, Jesús dice que esto no alcanza, hay que dar un paso más. Él nos habla de las obras de caridad, obras de amor; obras que a veces superan hasta nuestras propias fuerzas. Así se muestra la coherencia entre lo que recibimos en el bautismo y aquello que podemos manifestar.
Muchas personas ponen como excusa el alejarse de la Iglesia porque ven a personas que se dicen cristianas, que rezan o celebran la Misa como cristianos pero no lo manifiestan en obras de amor, de perdón y caridad.
Jesús insiste que la santidad pasa por esa realidad: no basta con amar al que nos ama, tenemos que amar al enemigo y rezar por él. San Pablo dice que por el Bautismo somos hermanos y seguidores de Jesús y por lo tanto en la imitación de Cristo alcanzamos la perfección y a la santidad.
Pidamos al Señor la Gracia de ser coherentes entre lo que realmente ya somos como cristianos y lo que realmente podemos transmitir.”

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