Titulo

¡Oh María, sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a vos!

viernes, 3 de julio de 2009

Santo Tomás, apóstol

Poco se recuerda de Sto. Tomás Apóstol, no obstante, gracias al cuarto Evangelio, su personalidad está más clara para nosotros que la de algunos otros de los Doce. Su nombre aparece en todas las listas de los Sinópticos (Mateo 10:3; Marcos 3:18; Lucas 6, cf. Hechos 1:13), pero en San Juan desempeña un papel característico. Primero, cuando Jesús anuncia su intención de regresar a Judea para visitar a Lázaro, Tomás, que es llamado "Didimo" (el mellizo), dice a los otros discípulos: "Vayamos también nosotros a morir con Él" (Jn 11:16). De nuevo es Tomás quien, durante el discurso antes de la Última Cena, pone una objeción: "Le dice Tomás: «Señor, no sabemos a dónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?" (Jn 14:5). Pero Tomás es especialmente recordado por su incredulidad, cuando los otros Apóstoles le anuncian la Resurrección de Cristo: "Si no veo en sus manos la señal de los clavos y no meto mi dedo en el agujero de los clavos y no meto mi mano en su costado, no creeré" (Jn 20:25); pero, ocho días después, hizo su acto de fe exclamando "Señor mío y Dios mío" y acatando el reproche de Jesús: "Porque me has visto has creído. Dichosos los que no han visto y han creído." (Jn 20:29).
Fuente: http://www.smdtours.com.ar/bio_tomas.htm
Se cree que Santo Tomás sufrió el martirio en la costa de Coromandel, India, donde su cuerpo fue descubierto, con ciertas marcas de que fue muerto con lanzas y ese tipo de muerte es tradición en los países del Este. Se sabe que su cuerpo fue trasladado a Edessa, donde fue enterrado en los grandes sepulcros donde también se hallaban San Pedro, San Pablo y San Juan.
Los apóstoles eran malos y condenado a los ojos del mundo, ninguno recomendable por su nacimiento, riqueza, amigos o habilidades. Y aunque estaban completamente destituídos de cualquier virtud por la que los hombres pagan altos precios, fueron escogidos por Cristo, hechos sus amigos, alcanzando la plenitud con sus gracias y santa caridad, y exaltados en su dignidad espiritual de príncipes de su reino y jueces de este mundo.

No hay comentarios.: