Entre lo trabajado se destaca: evaluación de lo desarrollado durante el año en los distintos centros catequísticos; replanificación para el resto del año teniendo en cuenta que en el mes de noviembre comienzan las Confirmaciones y Primeras Comuniones; y para finalizar el P. Javier trajo a la memoria los ejes principales de la espiritualidad catequística.
En la Celebración Litúrgica de clausura del Encuentro, el Sacerdote, tomando las Palabras de la Primera Lectura del Libro de Isaías: "El pueblo que caminaba en las tiniblas ha visto una gran luz", recordó cuál es la gran misión del catequista: "A ejemplo de María, que trajo la Luz del mundo, el catequista debe llevar esa Luz a todos los rincones", pero agregó, "El catequista no brilla con luz propia, es la Luz de Cristo la que debe brillar". Finalizó su homilía diciendo que el catequista "debe consumirse como el Cirio cuando entrega su luz; consumirse por amor; darse en todo a todos".
Los presentes renovaron el compromiso de "Ser" catequista; y finalizada la Misa, se compartió un almuerzo en el salón de la Capilla.
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