Titulo

¡Oh María, sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a vos!

domingo, 20 de septiembre de 2009

CATEQUESIS: Semana Santa I (8º entrega)

"En el misterio pascual, Dios Padre, por medio del Hijo en el Espíritu Paráclito, se ha inclinado sobre cada hombre ofreciéndole la posibilidad de la redención del pecado y la liberación de la muerte". (Juan Pablo II)

Los más grandes misterios de nuestra redención, es decir, la Pasión, la Muerte y la Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo, fueron (y son) celebrados cada año por la Santa Madre Iglesia, desde la época apostólica.
Dos partes tiene la Semana Santa: la primera, desde el Domingo de Ramos hasta el Jueves Santo; la segunda, el Triduo Sagrado: Viernes, Sábado y la Vigilia Pascual.
Estas solemnidades son el centro del año litúrgico y la fuente de nuestra vida espiritual. No son "recuerdos históricos", sino realidades vivas: el "paso" (pascua) de Dios en medio de su pueblo, el "paso" de Cristo de la muerte a la Vida, para no morir jamás.
La Semana Santa es el momento litúrgico más intenso de todo el año. Vivir la Semana Santa es acompañar a Jesús con nuestra oración, sacrificios y el arrepentimiento de nuestros pecados.
Lo importante de este tiempo no es el de recordar con tristeza lo que Cristo padeció, sino entender por qué murió y resucitó. Es celebrar y revivir su entrega a la muerte por amor a nosotros y el poder de su Resurrección, que es primicia de la nuestra.

Domingo de Ramos
Celebramos la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén en la que todo el pueblo lo alaba como Rey con cantos y palmas. Este día llevamos nuestras palmas a la Iglesia para que la bendigan y participamos en la Santa Misa.

No hay comentarios.: