Las Lecturas de este día, la Primera y el Evangelio, hablan del Llamado y de las respuestas que se le dan a ese Llamado – comenzó diciendo el P. Javier en su homilía del Domingo 13º.
Las excusas son muchas de las respuestas que damos al llamado de Dios. En la vida cotidiana también recurrimos a la excusa para evadir responsabilidades. Pero esto no es de ahora, también en la Biblia las encontramos. El pueblo de Israel, oprimido en la esclavitud, el Señor llama a Moisés: “Moisés, quiero que liberes a tu pueblo”, ¿y qué escusa pone Moisés? “Señor, soy tartamudo”. O Jeremías cuando el Señor dice hacerlo Su profeta: “No Señor, yo soy muy joven”. E Isaías responde diciendo “Perdona Señor, soy de labios impuros”. También esto le pasa al mismo Jesús cuando dice a sus discípulos “Los zorros tienen sus cuevas y las aves del cielo sus nidos, pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar su cabeza”, y allí se asustan, porque la cueva o el nido indican seguridad, indican contención, comodidad. Indican “estarse quieto”, y el Señor rompe con todo eso. Invita a otro: “Sígueme”, y ¿qué excusa pone?: “Permíteme ir primero a enterrar a mi padre”. Dar sepultura al padre puede ser una obra de misericordia, pero la Sagrada Escritura no dice que este hombre estuviera agonizando. Es, en definitiva, decir “Te seguiré, algún día, después que mueran mis padres”. Otro le dice: “Te seguiré, Señor, pero permíteme despedirme de los míos”. Esto hace referencia al apego a las cosas del mundo, a las posesiones, a los amigos, al trabajo, a lo que presenta el mundo: lo atractivo, la comodidad, la facilidad. Lo que presenta Cristo es, justamente, romper con eso. Seguir a Cristo va a contrapelo de lo que el mundo presenta. Ante esa actitud, Jesús le responde a aquel discípulo: “El que ha puesto la mano en el arado y mira hacia atrás, no sirve para el Reino de Dios”. Cuántas veces nosotros antes situaciones por las que debemos jugarnos hacemos la más fácil, lo más cómodo. Nos hacemos los distraídos, miramos para otro lado, y no en la dirección que nos indica Dios.
Todas éstas son excusas. Para el Señor no hay excusas. El que quiera seguir al Señor no ponga excusas: ni la comodidad, ni la familia, ni el pasado. Al Señor no le importa. El Señor obra: a Moisés le permitió hablar. A Jeremías le dio autoridad aún siendo joven, y a Isaías le purificó los labios. A Pablo, el perseguidor de los cristianos, lo hizo apóstol.
Por esos, queridos hermanos, todos los días el Señor nos invita a algo, a seguirlo en cada circunstancia de la vida. ¿Qué respuesta le doy?
Pidamos entonces al Señor que no pongamos más excusas. Que la única excusa sea Cristo, para seguirlo siempre, no sólo los domingos, sino todos los días de nuestra vida. Que así sea.
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martes, 29 de junio de 2010
domingo, 20 de junio de 2010
Homilía 12º Domingo durante el año
En el 12º Domingo durante el año, el P. Sergio reflexionó sobre nuestra identidad, en relación a la pregunta que Jesús hacía a sus discípulos, y que también hoy nos hace a nosotros, “Pero ustedes, ¿quién dicen que soy yo?” (Lc 9, 18-24).
“Muchas veces damos por supuesto que todo el mundo ve en nosotros lo que nosotros creemos ser. Si preguntáramos a otros qué ven en nosotros quizás nos llevaríamos algunas sorpresas. El Señor pregunta, sin miedos, qué opina la gente respecto a quién es él, para luego directamente preguntarle a sus discípulos. Así, siempre con la verdad, deja bien en claro su identidad.
También nosotros, y más en estos tiempos, es importante que nos cuestionemos sobre nuestra fe, sobre nuestro ser argentino. Hoy pareciera que por esto del mundial, todos “somos argentinos”, y está muy bien, pero detrás de esto, en nuestro país, hay una discusión mucho más profunda: declarar “matrimonio” a la unión de personas del mismo sexo.
Esto es realmente serio. La identidad del varón y la mujer es lo que debemos cuidar y defender; y es más, pareciera que hoy hay que volver a enseñarle a nuestros legisladores que existe un ser humano varón que al procrear se convierte en “papá”, y un ser humano mujer que al tener hijos se convierte en “mamá”.
Esto de ser varón o mujer es parte de nuestra identidad, no sólo como cristianos, sino como seres humanos.”
“Hoy podría ser el último día que estemos festejando el Día del Padre”, sentenció, para luego agregar: “Porque si se legaliza el matrimonio de personas de un mismo sexo, el ser PAPA ya no será privativo del varón, legalmente hablando. Que sea legal no significa que sea correcto.”
“Civilmente ya existen instrumentos que permiten formar parejas de dos hombres o dos mujeres, eso no está en discusión. La discusión está en querer equiparar al MATRIMONIO SACRAMENTO, como lo estableció Dios, formados por un hombre y una mujer, con la unión de personas de un mismo sexo.”
Más adelante el P. Sergio defendió la no discriminación de “alguien que tiene estas dificultades psicológicas, afectivas. Hay que hacer una apuesta fuerte de acompañamiento desde la medicina, la psicología, la espiritualidad, porque no deben quedar al margen, no deben ser discriminados.”
Insistió en que “algo que se daba por supuesto parece que hoy no es tal. Hay que volver a enseñar que el ser humano es varón y es mujer, y ambos se complementan en el don de la vida.”
“Pidamos al Señor nos ayude a comprender y hacer comprender estas cuestiones para poder mantener la identidad del varón y de la mujer y podamos transmitirla a los chicos que vienen creciendo. Pidamos al Señor nos fortalezca para participar, enseñar y dar testimonio de lo lindo e importante que es el amor de mamá y de papá manifestado hacia los hijos”.
Para finalizar invitó a firmar, a la salida de la Misa, el petitorio que se entregará a las autoridades manifestando el desacuerdo en declarar “matrimonio” a la unión de personas de un mismo sexo. También invitó a una marcha “a favor de la familia” que se realizará en nuestra ciudad el día sábado 26 de junio a la hora 17:00, en consonancia con la que se llevará a cabo en la ciudad de Paraná, ese mismo día a las 15:00 Hs.
“Muchas veces damos por supuesto que todo el mundo ve en nosotros lo que nosotros creemos ser. Si preguntáramos a otros qué ven en nosotros quizás nos llevaríamos algunas sorpresas. El Señor pregunta, sin miedos, qué opina la gente respecto a quién es él, para luego directamente preguntarle a sus discípulos. Así, siempre con la verdad, deja bien en claro su identidad.
También nosotros, y más en estos tiempos, es importante que nos cuestionemos sobre nuestra fe, sobre nuestro ser argentino. Hoy pareciera que por esto del mundial, todos “somos argentinos”, y está muy bien, pero detrás de esto, en nuestro país, hay una discusión mucho más profunda: declarar “matrimonio” a la unión de personas del mismo sexo.
Esto es realmente serio. La identidad del varón y la mujer es lo que debemos cuidar y defender; y es más, pareciera que hoy hay que volver a enseñarle a nuestros legisladores que existe un ser humano varón que al procrear se convierte en “papá”, y un ser humano mujer que al tener hijos se convierte en “mamá”.
Esto de ser varón o mujer es parte de nuestra identidad, no sólo como cristianos, sino como seres humanos.”
“Hoy podría ser el último día que estemos festejando el Día del Padre”, sentenció, para luego agregar: “Porque si se legaliza el matrimonio de personas de un mismo sexo, el ser PAPA ya no será privativo del varón, legalmente hablando. Que sea legal no significa que sea correcto.”
“Civilmente ya existen instrumentos que permiten formar parejas de dos hombres o dos mujeres, eso no está en discusión. La discusión está en querer equiparar al MATRIMONIO SACRAMENTO, como lo estableció Dios, formados por un hombre y una mujer, con la unión de personas de un mismo sexo.”
Más adelante el P. Sergio defendió la no discriminación de “alguien que tiene estas dificultades psicológicas, afectivas. Hay que hacer una apuesta fuerte de acompañamiento desde la medicina, la psicología, la espiritualidad, porque no deben quedar al margen, no deben ser discriminados.”
Insistió en que “algo que se daba por supuesto parece que hoy no es tal. Hay que volver a enseñar que el ser humano es varón y es mujer, y ambos se complementan en el don de la vida.”
“Pidamos al Señor nos ayude a comprender y hacer comprender estas cuestiones para poder mantener la identidad del varón y de la mujer y podamos transmitirla a los chicos que vienen creciendo. Pidamos al Señor nos fortalezca para participar, enseñar y dar testimonio de lo lindo e importante que es el amor de mamá y de papá manifestado hacia los hijos”.
Para finalizar invitó a firmar, a la salida de la Misa, el petitorio que se entregará a las autoridades manifestando el desacuerdo en declarar “matrimonio” a la unión de personas de un mismo sexo. También invitó a una marcha “a favor de la familia” que se realizará en nuestra ciudad el día sábado 26 de junio a la hora 17:00, en consonancia con la que se llevará a cabo en la ciudad de Paraná, ese mismo día a las 15:00 Hs.
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sábado, 19 de junio de 2010
Vamos vamos, Argentina...
EL PRÓX. SÁBADO 26 MARCHEMOS POR LA VIDA Y LA FAMILIA.
Porque somos millones de argentinos que defendemos una sola forma de familia, el 26 TODOS A LA PLAZA 1º de Mayo de Paraná.
26/06 - 15.00 Hs. marchemos desde la PLAZA 1º DE MAYO a la Legislatura Provincial.
Porque somos millones de argentinos que defendemos una sola forma de familia, el 26 TODOS A LA PLAZA 1º de Mayo de Paraná.
26/06 - 15.00 Hs. marchemos desde la PLAZA 1º DE MAYO a la Legislatura Provincial.
DIA DE LA BANDERA
Nuestro humilde homenaje al Doctor General Don Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano al cumplirse 190 años de su fallecimiento, el 20 de junio de 1820
martes, 15 de junio de 2010
Homilía del 13 de Junio
El domingo próximo pasado se retomó el Tiempo llamado “durante el año”, donde se reflexiona sobre la vida pública de Jesús y sus enseñanzas. Este 11º Domingo, el Evangelio de san Lucas (7, 36–8, 3) nos habla sobre el pecado y el perdón; “dos realidades bien concretas y delicadas de abordar”, diría el P. Javier en su homilía.
En esta Lectura encontramos tres personajes importantes: Jesús, como siempre el centro, la mujer, a la que el Evangelista llama “la pecadora” sin más detalle, y que siempre se ha confundido a esta mujer con María Magdalena, o también se dice que era una prostituta. Nada de eso… una mujer pecadora. Y el fariseo, hombre muy piadoso pero con el defecto de juzgar a los demás.
La mujer rompe con el protocolo de la época, irrumpe en una reunión de hombres donde estaba prohibida la presencia de mujeres, y se abalanza sobre Jesús para ungirlo. El amor es “loco”, y solo es entendible esta actitud vista desde el amor. El amor que nace del arrepentimiento. No le importa nada. Se arrepiente de sus pecados y busca el perdón amando.
Por otra parte Simón, el fariseo, comienza a maquinar en sus pensamientos: “Si este hombre fuera profeta, sabría quién es la mujer que lo toca ¡una pecadora!”
Jesús, entonces, con esa particular pedagogía, le cuenta la parábola de los dos deudores, y pregunta “¿Quién amará más?” y con buen criterio Simón contesta “Aquel a quien perdonó más”, e inmediatamente comprende la profundidad de la enseñanza del Maestro sobre el tema del perdón.
¿Quién de nosotros alguna vez no ha actuado como ese fariseo? ¿Cuántas veces hemos señalado a alguien porque se acerca a hablar con un sacerdote, o a confesarse, o comienza a asistir a misa regularmente? Y murmuramos: “¡Pero no tiene vergüenza después de todo lo que ha hecho!” “¿Y el Padre no sabe la clase de persona que es?” y así en otras tantas situaciones.
También hemos dicho alguna vez “Padre, yo no puedo perdonar. A ese que lo perdone Dios, pero yo no”. ¡Que difícil es perdonar, y más difícil aún es pedir perdón!
No es posible pedir perdón o perdonar en la medida que no nos bajemos del pedestal del orgullo desde el cual miramos a todos desde arriba hacia abajo, sino desde el llano de la humildad: pedir perdón, y no sólo eso, sino sentirnos perdonados, amados, y entonces seremos capaces de perdonar.
Así es Dios. Nos ama primero. Debemos pedir perdón porque Dios nos ama y nos perdona, pero debemos pedirlo de corazón, con sincero arrepentimiento. Nadie puede amar y perdonar si no se siente amado y perdonado. Es de la única manera que podremos perdonar a nuestros hermanos y sentirnos aliviados, y cuando más perdonemos, más amor recibiremos. Si no es así, ni siquiera podemos rezar el Padrenuestro: “…perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden”.
Queridos hermanos, comencemos a perdonarnos, comencemos a pedir perdón. Así pondremos en práctica este hermoso texto: amando perdonemos. Que así sea.
En esta Lectura encontramos tres personajes importantes: Jesús, como siempre el centro, la mujer, a la que el Evangelista llama “la pecadora” sin más detalle, y que siempre se ha confundido a esta mujer con María Magdalena, o también se dice que era una prostituta. Nada de eso… una mujer pecadora. Y el fariseo, hombre muy piadoso pero con el defecto de juzgar a los demás.
La mujer rompe con el protocolo de la época, irrumpe en una reunión de hombres donde estaba prohibida la presencia de mujeres, y se abalanza sobre Jesús para ungirlo. El amor es “loco”, y solo es entendible esta actitud vista desde el amor. El amor que nace del arrepentimiento. No le importa nada. Se arrepiente de sus pecados y busca el perdón amando.
Por otra parte Simón, el fariseo, comienza a maquinar en sus pensamientos: “Si este hombre fuera profeta, sabría quién es la mujer que lo toca ¡una pecadora!”
Jesús, entonces, con esa particular pedagogía, le cuenta la parábola de los dos deudores, y pregunta “¿Quién amará más?” y con buen criterio Simón contesta “Aquel a quien perdonó más”, e inmediatamente comprende la profundidad de la enseñanza del Maestro sobre el tema del perdón.
¿Quién de nosotros alguna vez no ha actuado como ese fariseo? ¿Cuántas veces hemos señalado a alguien porque se acerca a hablar con un sacerdote, o a confesarse, o comienza a asistir a misa regularmente? Y murmuramos: “¡Pero no tiene vergüenza después de todo lo que ha hecho!” “¿Y el Padre no sabe la clase de persona que es?” y así en otras tantas situaciones.
También hemos dicho alguna vez “Padre, yo no puedo perdonar. A ese que lo perdone Dios, pero yo no”. ¡Que difícil es perdonar, y más difícil aún es pedir perdón!
No es posible pedir perdón o perdonar en la medida que no nos bajemos del pedestal del orgullo desde el cual miramos a todos desde arriba hacia abajo, sino desde el llano de la humildad: pedir perdón, y no sólo eso, sino sentirnos perdonados, amados, y entonces seremos capaces de perdonar.
Así es Dios. Nos ama primero. Debemos pedir perdón porque Dios nos ama y nos perdona, pero debemos pedirlo de corazón, con sincero arrepentimiento. Nadie puede amar y perdonar si no se siente amado y perdonado. Es de la única manera que podremos perdonar a nuestros hermanos y sentirnos aliviados, y cuando más perdonemos, más amor recibiremos. Si no es así, ni siquiera podemos rezar el Padrenuestro: “…perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden”.
Queridos hermanos, comencemos a perdonarnos, comencemos a pedir perdón. Así pondremos en práctica este hermoso texto: amando perdonemos. Que así sea.
viernes, 11 de junio de 2010
Culmina el Año Sacerdotal
Hoy, viernes 11 de junio, solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús, llegará a su fin el Año Sacerdotal, que se inició el 19 de junio de 2009, convocado por Benedicto XVI con ocasión del 150º aniversario de la muerte de San Juan María Vianney -el Santo Cura de Ars-, Patrono de todos los sacerdotes.
En la convocatoria al Año Sacerdotal, cuyo lema es “Fidelidad de Cristo, fidelidad del sacerdote”, el Papa expresaba el propósito de “contribuir a promover el compromiso de renovación interior de todos los sacerdotes, para que su testimonio evangélico en el mundo de hoy sea más intenso e incisivo”.
En la Argentina, varias arquidiócesis y diócesis aprovecharon la pasada celebración de Corpus Christi para clausurar este Año, mientras que en otras, la clausura será mañana mismo, o bien eligieron otros acontecimientos diocesanos para ello.
Y en Roma, la clausura del Año Sacerdotal será hoy por la mañana en la Plaza de San Pedro, con una misa presidida por el Santo Padre. Será a su vez la clausura del Encuentro Internacional de Sacerdotes organizado por la Congregación para el Clero para esta ocasión. La misa podrá verse en directo a través de la señal de cable EWTN, a las 5 (hora de la Argentina) y a las 13 en diferido; también por Internet en www.ewtn.com.
En la convocatoria al Año Sacerdotal, cuyo lema es “Fidelidad de Cristo, fidelidad del sacerdote”, el Papa expresaba el propósito de “contribuir a promover el compromiso de renovación interior de todos los sacerdotes, para que su testimonio evangélico en el mundo de hoy sea más intenso e incisivo”.
En la Argentina, varias arquidiócesis y diócesis aprovecharon la pasada celebración de Corpus Christi para clausurar este Año, mientras que en otras, la clausura será mañana mismo, o bien eligieron otros acontecimientos diocesanos para ello.
Y en Roma, la clausura del Año Sacerdotal será hoy por la mañana en la Plaza de San Pedro, con una misa presidida por el Santo Padre. Será a su vez la clausura del Encuentro Internacional de Sacerdotes organizado por la Congregación para el Clero para esta ocasión. La misa podrá verse en directo a través de la señal de cable EWTN, a las 5 (hora de la Argentina) y a las 13 en diferido; también por Internet en www.ewtn.com.
domingo, 6 de junio de 2010
Homilía de Corpus Christi
Por celebrarse este domingo la Solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo, hemos participado de la Fiesta Patronal de la Capilla Santísimo Sacramento, que se encuentra ubicada en el Barrio Joaquín Orué de nuestra ciudad, a pocas cuadras de la Capilla Virgen de la Medalla Milagrosa.
Allí el P. Javier, en su homilía, enfatizó la importancia que debemos darle a la presencia real de Jesucristo en la Eucaristía. Él eligió los elementos sencillos y cotidianos de la mesa para quedarse entre nosotros.
Desde el mismo día que Jesús manifiesta que debemos comer su Cuerpo y beber su Sangre para tener Vida Eterna muchos discípulos lo abandonaron. “Hoy son miles de millones los católicos que quieren celebrar el Pan de Vida.”
“Hoy se nos invita también a apoyar nuestra cabeza en el pecho de Jesús, como lo hiciera el Discípulo Amado, para encontrar la esencia del amor que es su presencia en algo tan simple que se encuentra en todos los hogares: pan y vino. Aquí no hay una significación, una representación. Se usa el término transustanciación para indicar que las sustancias del pan y del vino cambian para ser el Cuerpo y la Sangre de Cristo vivo. Eso que causó rechazo, tal vez, en la gente de su época, hoy quizás también en muchos de nosotros cause rechazo. Tal vez cuando caminemos con el Santísimo vamos a ver gente que está en otra realidad, que es indiferente, y a ellos también tiene que llegar Jesús. Por eso, porque queremos manifestar nuestra fe salimos a las calles, acompañados por el mismo Dios, el mismo Cristo que sale a recorrer nuestro barrio. A Él le pediremos que bendiga cada casa, cada familia y así vamos ir viendo que su Palabra permanece fiel, que sigue estando Vivo y que quiere acercarse a nosotros para romper todo tipo de ataduras, esclavitudes del alma y del cuerpo. Este es el sentido de la fiesta de Corpus Christi. Es Jesús que sale al encuentro del hombre, que lo invita a seguir, que nos pregunta también, como le preguntó a los apóstoles, “¿y ustedes también se quieren ir o me quieren seguir?”. ¿Qué le podemos responder a Jesús? “La Eucaristía es mi Vida”. Y podrán decirnos que no somos dignos de comulgar. Es cierto, no somos dignos pero lo necesitamos, porque es la Vida y en Él tiene sentido todo.
Pidamos entonces al Señor que renueve nuestro compromiso, que renueve nuestra fe y que empecemos a imitarlo en nuestra vida y en nuestros actos. Que así sea.”
Allí el P. Javier, en su homilía, enfatizó la importancia que debemos darle a la presencia real de Jesucristo en la Eucaristía. Él eligió los elementos sencillos y cotidianos de la mesa para quedarse entre nosotros.
Desde el mismo día que Jesús manifiesta que debemos comer su Cuerpo y beber su Sangre para tener Vida Eterna muchos discípulos lo abandonaron. “Hoy son miles de millones los católicos que quieren celebrar el Pan de Vida.”
“Hoy se nos invita también a apoyar nuestra cabeza en el pecho de Jesús, como lo hiciera el Discípulo Amado, para encontrar la esencia del amor que es su presencia en algo tan simple que se encuentra en todos los hogares: pan y vino. Aquí no hay una significación, una representación. Se usa el término transustanciación para indicar que las sustancias del pan y del vino cambian para ser el Cuerpo y la Sangre de Cristo vivo. Eso que causó rechazo, tal vez, en la gente de su época, hoy quizás también en muchos de nosotros cause rechazo. Tal vez cuando caminemos con el Santísimo vamos a ver gente que está en otra realidad, que es indiferente, y a ellos también tiene que llegar Jesús. Por eso, porque queremos manifestar nuestra fe salimos a las calles, acompañados por el mismo Dios, el mismo Cristo que sale a recorrer nuestro barrio. A Él le pediremos que bendiga cada casa, cada familia y así vamos ir viendo que su Palabra permanece fiel, que sigue estando Vivo y que quiere acercarse a nosotros para romper todo tipo de ataduras, esclavitudes del alma y del cuerpo. Este es el sentido de la fiesta de Corpus Christi. Es Jesús que sale al encuentro del hombre, que lo invita a seguir, que nos pregunta también, como le preguntó a los apóstoles, “¿y ustedes también se quieren ir o me quieren seguir?”. ¿Qué le podemos responder a Jesús? “La Eucaristía es mi Vida”. Y podrán decirnos que no somos dignos de comulgar. Es cierto, no somos dignos pero lo necesitamos, porque es la Vida y en Él tiene sentido todo.
Pidamos entonces al Señor que renueve nuestro compromiso, que renueve nuestra fe y que empecemos a imitarlo en nuestra vida y en nuestros actos. Que así sea.”
viernes, 4 de junio de 2010
Colecta Anual de Cáritas
El fin de semana del 12 y 13 de junio se realiza la Colecta Anual de Cáritas en parroquias, capillas, colegios y centros misionales; es una invitación a vivir la solidaridad a partir del gesto concreto de compartir con nuestros hermanos más pobres y excluidos.
Gracias al dinero reunido, Cáritas sostiene diversos programas e iniciativas en relación con microemprendimientos productivos y de autoabastecimiento, capacitación laboral, planes de inclusión educativa, formación en ciudadanía, centros comunitarios de atención integral, jardines maternales, prevención y atención de emergencias climáticas y trabajo con personas en situación de calle.
Mas de 32.000 voluntarios de Cáritas son reflejo de una participación activa en las comunidades más pobres, llevando adelante su labor en más de 3.500 parroquias, capillas y centros misionales en todo el país.
www.caritas.org.ar
Gracias al dinero reunido, Cáritas sostiene diversos programas e iniciativas en relación con microemprendimientos productivos y de autoabastecimiento, capacitación laboral, planes de inclusión educativa, formación en ciudadanía, centros comunitarios de atención integral, jardines maternales, prevención y atención de emergencias climáticas y trabajo con personas en situación de calle.
Mas de 32.000 voluntarios de Cáritas son reflejo de una participación activa en las comunidades más pobres, llevando adelante su labor en más de 3.500 parroquias, capillas y centros misionales en todo el país.
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